6 DE MAYO 2018
En el balcón de mi estudio
se ha instalado una paloma;
no he querido molestarla,
es tan sencilla, tan buena.
Inmóvil mientras vela
esos tiernos pajarillos
cuya vida de ella esperan.
Instinto maternal,
amor,
entrega…
prodigio que se expande
en todas las primaveras.
Me maravilla cada vez que surge algo
que antes no había tenido existencia:
un niño que nace,
una plantita que germina
entre grumos de tierra.
Algo sobrenatural,
una fuerza sobrehumana,
divina,
se esparce sobre la tierra.