Oración para iniciar la jornada
«Guía, Señor, mis pasos por el Camino de la paz». «Mira: qué dulzura, qué delicia, convivir los hermanos unidos. Porque allí manda el Señor la bendición: la vida para siempre» (Sal 132).
En el Camino te encuentras con otros peregrinos y con gente del Camino. Te invitamos a que procures conocerlos. Interésate por ellos, date cuenta de que son otras vidas que caminan a tu lado o que están ahí al borde del Camino por donde tú pasas.
Lee atentamente este texto:
«Hermanos, que vuestra caridad no sea una farsa: aborreced lo malo y apegaos a lo bueno. Como buenos hermanos sed cariñosos unos con otros, estimando a los demás más que a uno mismo. En la actividad no seáis descuidados; en el espíritu manteneos ardientes. Servidores del Señor, alegres en la esperanza, pacientes en las dificultades, asiduos en la oración. Compartiendo las necesidades de los demás, practicando la hospitalidad» (Rom 12, 9-13).
Para tu reflexión:
Pronto los peregrinos se van conociendo. Nadie tiene que demostrar nada a nadie. Las apariencias se caen después de tres horas de marcha. Lo que realmente vale entonces es la cercanía, la ayuda, el servicio; sea quien sea, se entienda o no su lengua. Pronto se descubre que lo más hermoso del Camino son los otros. Piensa que nadie es superior a los demás, que los peregrinos y la gente que encuentras todos son tus hermanos.
Símbolo
Camina hoy con los ojos, los oídos y el corazón abiertos. Acércate a los peregrinos, que encuentres hoy, sin prejuicios, amistosamente. Escucha con atención a los que te hablen hoy. Aprende algo de ellos; nadie es tan pobre que no tenga algo que dar. Si te encuentras con alguien que está mal físicamente, acércate y conversa con él. Deja que se conmueva tu corazón, ofrécele ayuda. Si te encuentras con un peregrino extranjero, pregúntale acerca de su cultura, sus costumbres, sus creencias. Explica tú las tuyas.
Actitudes
Aprende los nombres de los que caminan contigo cada día. Saluda a la gente que encuentras a tu paso, a la gente que está al borde del Camino. Haz un compromiso para el camino de la vida: cultiva los gestos de cercanía hacia los demás, interésate por sus problemas y necesidades.
Oración
Señor, hazme descubrir detrás de cada rostro,
en el fondo de cada mirada, a un hermano.
Dame una mirada de compasión como la tuya.