Un dato de experiencia: Muchos cristianos se sienten a la intemperie, como si tuvieran que empezar de cero a construir su vida de oración. No hablar de oración sin hacerla. No basta con hablar de la importancia, la necesidad, la esencialidad y urgencia de la oración. Hace falta saber cómo se puede llevar todo eso a cabo.
¿Qué son? Son modos comunes de proceder en la oración. Quizás han sido más estimados en otros tiempos, que en éstos. El influjo de los métodos orientales ha hecho que no se vean tan negativamente. «Se consideran llenas de sentido las más complicadas técnicas del yoga, y se rechazan como pasadas de moda las antiguas formas de orar y meditar cristianas» (Rahner).
Es útil conocer varias formas, para orientar la propia experiencia y estimular la propia creatividad. Conocerlas, no solo teóricamente, sino haberlas practicado, saber expresarse en ellas.
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Momento de Oración
Petición de ayuda al Espíritu Santo: Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende en ellos el fuego de tu amor.
Si al reflexionar sobre algún pasaje del Evangelio, o sobre un hecho fuerte de tu vida, te brota el amor de Dios… ESTAS ORANDO.
Si entras dentro de ti y, sin apenas haber trabajado, adviertes en tu corazón que amas a Dios… ESTAS ORANDO.
Si miras un acontecimiento de tu vida con calma, con ojos de fe, como Dios lo mira… ESTAS ORANDO.
Si al querer orar, te encuentras cansado, no te puedes concentrar, pero piensas que todavía te queda un cuerpo, y lo pones ante el Señor, como puso la viuda los cuatro céntimos que tenía para vivir… ESTAS ORANDO.
Padre, me pongo en tus manos, haz de mí lo que quieras. Sea lo que sea te doy las gracias
