ESCUELA DE ORACIÓN – LECTIO DIVINA
MOTIVACIÓN
«La Iglesia desea dar gracias a la Santísima Trinidad por el misterio de la mujer y por cada mujer, por las maravillas de Dios que en la historia de la humanidad se han realizado en ella y por ella» (San Juan Pablo II).
«La Iglesia no puede ser ella misma sin la mujer y el papel que esta desempeña. La mujer es imprescindible para la Iglesia» (Papa Francisco).
«Dios suscita mujeres creyentes, llenas de espíritu profético, que contagian alegría y dan a la Iglesia un rostro más humano» (Pagola).
INVOCAMOS AL ESPÍRITU
Suscita en nosotros lo que brotó en María e Isabel.
Realiza en nosotros las maravillas de Pentecostés:
Alabanza: «¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!».
Asombro: «¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?»
Alegría: «La criatura saltó de gozo en mi vientre».
1. A LA ESPERA DE LA PALABRA. CON LA LÁMPARA ENCENDIDA
Contexto. Uno de los textos más densos y profundos del evangelio de Lucas. Pórtico para la Navidad: donde conocemos cómo es el Enmanuel, el Dios con nosotros. Oportunidad para descubrir el evangelio de María: la madre de mi Señor, la creyente, la mujer evangelizadora, la portadora de alegría.
2. PROCLAMACIÓN DE LA PALABRA: Lucas 1, 39-45
«En aquellos mismos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó:»¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».
3. FECUNDIDAD DE LA PALABRA
María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá. ¿Qué le ha pasado a María? (cf 1Sam 10,12: Dios le ha cambiado el corazón). Una mujer llena de Dios, nueva, se levanta (anastasa: resucita) por la palabra escuchada, para darse como servidora por obra del Espíritu. María simboliza la visita de Dios a su pueblo, es la nueva arca de la alianza que, por donde pasa, todo lo llena de alegría. Sus pies van a la montaña (Nazaret está a cien kilómetros), donde tiene el corazón. María es prototipo de la comunidad cristiana en salida.
Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.Encuentro de dos mujeres. Algo tan sencillo, como el saludo, llena la casa de alegría. Lo que termina (AT) y lo que comienza (NT) se abrazan con gratitud y confianza. Las dos se felicitan por el gran regalo que han recibido de Dios. Han sabido leer las señales de Dios en su camino. Estamos ante un Pentecostés.
Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Isabel reconoce en María el misterio, la belleza, que lleva dentro.Al saludo (Shalom) le sigue un salto de alegría. Descubren un misterio que no conocían y lo cantan.
Se llenó Isabel del Espíritu Santo. El Espíritu se manifiesta cuando dos mujeres, llenas de vida, se encuentran. El Espíritu es la plenitud de vida: María la llena de gracia… Isabel la que se llenó… Hay aspectos de Dios, que solo a través de las categorías femeninas podemos expresar.
Y, levantando la voz, exclamó. Hablar «a voz en grito» significaba «profetizar».
¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!Estas palabras forman parte del salmo más conocido y rezado: El Ave María. La mejor obra la desplegó Dios en la interioridad de María. La bendición brota cuando se reconoce la acción de Dios en las personas. Cuando miramos a las personas y a las cosas con ojos de fe, todo es digno de bendición (Cántico de las criaturas de san Francisco).
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?El Enmanuel se manifiesta en una visita. A Dios lo encontramos en lo cotidiano. María es la madre del Señor (así le gusta llamarla a Lucas), que nos visita con la paz y la bendición. A Isabel le brota el asombro: ¿cómo se puede fijar Dios en mí? La Navidad nos hace familia de Dios y de la humanidad.
Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. María se fía de Dios y lleva la alegría consigo. Efecto que produce María, llena de Dios: todo lo llena de alegría. Esta es la lectura de fe que hace Isabel del momento. Al encontrar personas así algo salta en nuestro interior.
Bienaventurada la que ha creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá. Primera bienaventuranza del evangelio.María es la mujer creyente: oyó y creyó. Isabel lo reconoce (Zacarías no había creído y se quedó mudo). La proclama dichosa, feliz (en la línea de las bienaventuranzas). María es la gran creyente. Dos temas muy queridos por el mundo bíblico: la bienaventuranza de la fe y el cumplimiento de las promesas de Dios.
4. RESPUESTA A LA PALABRA
¿Has encontrado personas que te han sorprendido? ¿Eres capaz de percibir la presencia de Dios en las cosas sencillas de cada día? ¿A quién tienes que salir a buscar con premura, como hizo María? ¿Miras con ojos de fe la obra que Dios está realizando en tu pequeña historia? ¿Cantas la mirada de Dios sobre ti, aun en medio de las contrariedades de la vida? ¿Te comunicas con alguna persona a nivel hondo? ¿Qué quiere decirte Dios con esta palabra, aquí y ahora?
5. ORAR LA PALABRA
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita tú entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
6. CONTAR AL MUNDO LA NUEVA MANERA DE VIVIR
Testigos.
Testimonio de Tania y Samuel, dos jóvenes que han sentido la fuerza del Espíritu para estar con las gentes de Etiopía.
Pedro Tomás Navajas