Espíritu Santo: Amor derramado

«El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que habita en nosotros. Aleluya». (Rm 5,5; 8,11)

En el lugar de la oración se adornará el ambón donde se proclame la Palabra, se preparará un recipiente para hacer fuego, siete velas, un Icono de María, y flores.

Bienvenidos/as a esta vigilia de oración. Junto a María nos disponemos para recibir el aliento del Espíritu divino, que recree nuestra vida cristiana y nos recuerde las Palabra de Jesús.

El Espíritu Santo tiene en nuestros corazones el oficio de aposentador, que era el cortesano, encargado de preparar la casa o el palacio donde los reyes, que iban de camino, tenían que alojarse.

Dice San Juan de la Cruz que como Jesús envío a dos Apóstoles a preparar el aposento de la última cena, así envía siempre delante de él su Espíritu, que es su aposentador, para que le prepare la posada del alma, levantando su corazón con el gozo, cultivando y limpiando su jardín, abriendo sus flores, descubriendo sus dones, adornándola con sus gracias y riquezas.

Y así, con grande deseo desea el alma Esposa todo esto y dice:

«Detente, cierzo muerto; ven, austro, que recuerdas los amores aspira por mi huerto, y corran sus olores, y pacerá el Amado entre las flores». (Cfr Cantico espiritual 17, 8).

«El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que habita en vosotros.

También nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, nosotros mismos gemimos en nuestro interior anhelando el rescate de nuestro cuerpo. Porque nuestra salvación es en esperanza; y una esperanza que se ve, no es esperanza, pues ¿cómo es posible esperar una cosa que se ve? Pero esperar lo que no vemos, es aguardar con paciencia. Y de igual manera, el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orarcomo conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables, y el que escruta los corazones conoce cuál es la aspiración del Espíritu, y que su intercesión a favor de los santos es según Dios. Por lo demás, sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman; de aquellos que han sido llamados según su designio»

Palabras de luz de San Juan de la Cruz (Con música suave de fondo).

El Espíritu Santo es Amor derramado en nuestros corazones


  • Para limpiar:


En lo cual es de saber que antes que este divino fuego de amor se una en la sustancia del alma, esta llama está hiriendo en el alma gastándole y consumiéndole las imperfecciones de sus malos hábitos y ésta es la operación del Espíritu Santo en la cual la dispone para la divina unión y transformación sustancial en Dios por amor.

Pausa de silencio

Canto: Lávame Señor con tu Espíritu, lávame Señor con tu Espíritu, lávame Señor con tu Espíritu, lávame, lávame Señor. Y déjame sentir el fuego de tu amor, aquí en mi corazón, Señor.


  • Para abrirse a la esperanza:


«Por el Espíritu aún vive en esperanza y tiene tanto de gemido cuanto le falta para la acabada posesión de la adopción de hijos de Dios”. El Espíritu Santo la está provocando y convidando a aquella inmensa gloria que la está proponiendo delante sus ojos, diciendo: Levántate y date priesa, amiga mía, paloma mía, hermosa mía, y ven; pues que ha pasado ya el invierno, y la lluvia pasó y se desvió y las flores han aparecido en nuestra tierra, y ha llegado el tiempo de podar, y la voz de la tortolilla se ha oído en nuestra tierra, y la higuera ha echado sus higos, y las floridas viñas han dado su olor. Levántate, amiga mía, graciosa mía, y ven, paloma mía, en los huecos de la piedra, en la caverna de la cerca; muéstrame tu rostro, suene tu voz en mis oídos, porque tu voz es dulce, y tu cara hermosa. Todas estas cosas siente el alma que la está diciendo el Espíritu Santo en aquel suave y tierno llamear»(Cfr. Llama de amor viva, 1, 27-28).

Pausa de silencio

Canto: Él transformará hoy vuestra vida, os dará fuerzas para amar.No perdáis vuestra esperanza, Él os salvará.Él transformará todas las penas como a hijos os acogerá. Abrid vuestros corazones a la libertad.


  • Para amar:


«Ama el alma a Dios, no por sí misma, sino por el Espíritu Santo, como el Padre ama al Hijo, según se dice por san Juan (17, 26): El amor con que me amaste, dice el Hijo al Padre, esté en ellos y yo en ellos»

Pausa de silencio

Canto: El mirar de Dios es amar…


  • Para gozar:


El alma goza allí a Dios por el mismo Espíritu Santo, y grandemente se deleita en todas las cosas entendidas distintamente. Este gozo es sólo en Dios. Es gozarse solo por quien él es, sin otra mezcla de amor propio.

Pausa de silencio


  • Para alabar:


El Espíritu le hace caer en la cuenta al alma de que solo para su alabanza la crió Dios: Este pueblo formé para mí, cantará mis alabanzas.

El Espíritu le hace caer cuenta de los bienes que recibe y del gozo que tiene en alabar. El Espíritu hace alabar con gratuidad por lo que Dios es en sí, porque, aunque el alma no recibiese ningún deleite, le alabaría por quien él es.

Pausa de silencio

Salmo 103

«Bendice, alma mía,al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres! Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.
Les retiras el aliento,
y expiran y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento,
y los creas, y repueblas la faz de la tierra.
Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor».


  • Para agradecer:


En el Espíritu agradece los bienes naturales y espirituales que ha recibido y los beneficios. En el Espíritu tiene alegría grande para agradecer a Dios, porque con gran vehemencia se absorbe en esta gratitud. En el Espíritu se agradece sólo por lo que Dios es, lo cual es mucho más fuerte y deleitable.(Cfr. Llama de amor viva, 3, 72-75)

Pausa de silencio

Canto: Dad gracias al Señor porque es bueno. Porque es eterna su misericordia


  • Para transformar:


(Se enciende el fuego)

Esta llama de amor es el Espíritu Santo, el cual siente ya el alma en sí, no sólo, como fuego que la tiene consumida y transformada en suave amor, sino como fuego que, demás de eso, arde en ella y echa llama, como dije; y aquella llama baña al alma en gloria y la refresca en temple de vida divina. Y ésta es la operación del Espíritu Santo en el alma transformada en amor, que los actos que hace interiores es llamear, que son inflamaciones de amor, en que unida la voluntad del alma, ama subidísimamente, hecha un amor con aquella llama. Y así, estos actos de amor del alma son preciosísimos, y merece más en uno y vale más que cuanto habrá hecho toda su vida sin esta transformación.

Pausa de silencio

Canto: Ven, Espíritu de Dios, sobre mí. Me abro a tu presencia. Cambiarás mi corazón. (2)


  • Para pedir el reino:


En el Espíritu la petición no es con pena, sino con gran suavidad y conformidad a la voluntad de Dios. Que por eso dice: Acaba ya si quieres, porque la voluntad está tan hecha una con Dios, que tiene por gloria que se cumpla lo que Dios quiere.En el Espíritu siempre se piden aquellas dos peticiones que Jesús mandó pedir por san Mateo (6,10): Acaba de darme ese reino como tú lo quieres. Y, para que así sea, rompe la tela de este dulce encuentro.

Pausa de silencio


  • Para orar como conviene:


«Lo que tú quieres que pida, pido, y lo que no quieres, no lo quiero, ni aun puedo, ni me pasa por el pensamiento pedir: y, pues son ya delante de tus ojos más válidas y razonables mis peticiones, pues salen de ti y tú las quieres, y te lo pido, con sabor y gozo en el Espíritu Santo que es como aprecias y oyes los ruegos». Cfr. Llama de amor viva, 1, 36).

Pausa de silencio

Canto:Ven Espíritu, ven Espíritu, ven Espíritu, ven Espíritu (Taizé)


  • Para enternecer:


«Que, por cuanto esta llama es llama de vida divina, hiere al alma con ternura de vida de Dios; y tanto y tan entrañablemente la hiere y enternece que la derrite en amor, porque se cumpla en ella lo que enla Esposade los Cantares (5,63), que se enterneció tanto, que dice ella allí: Luego que el Esposo habló, se derritió mi alma: porque este el efecto que hace en el alma la palabra de Dios»(Llama de amor viva, 1, 7).

Pausa de silencio


  • Para unir:


«Mucho es de desear este divino aire del Espíritu Santo y que pida cada alma aspire por su huerto para que corran por ella los divinos olores de Dios. Porque ésta es la condición del Esposo: unirse con el alma entre la fragancia de estas flores: Yo para mi Amado, y mi Amado para mí»,(Cántico 17, 9).

Pausa de silencio

Canto: Resucítame, conviérteme todos los días. Glorifícame, renuévame. Espíritu Santo, ven. Espíritu Santo, ven, ven…


  • Para vivir:


Que por eso llama a la llama ‘viva’; no porque no sea siempre viva, sino porque le hace tal efecto, que le hace vivir en Dios y sentir vida de Dios.

Pausa de silencio

Canto: Enciende la llama de tu amor, Señor, de tu amor, Señor, en nuestra oscuridad


  • Para llegar a tu centro:


El centro del alma es Dios. Si alguien alcanza toda la capacidad de su ser y toda la fuerza de su operación, habrá llegado al último y profundo centro de su alma, y entonces será cuando con todas sus fuerzas ame y entienda y goce a Dios.

Pausa de silencio

Canto:Toca mi debilidad, toma todo lo que soy. Pongo mi vida en tus manos, y mi ser. Poco a poco llegarás a inundarme de tu luz. Tú cambiarás mi pasado. Cantaré.


  • Para vivir en la Trinidad:


» Y no hay que maravillar que haga Dios tan altas y extrañas mercedes a las almas que él da en regalar; porque si consideramos que es Dios, y que se las hace como Dios, y con infinito amor y bondad, no nos parecerá fuera de razón; pues él dijo (Jn 14,23) que en el que le amase vendrían el Padre, Hijo y Espíritu Santo, y harían morada en él; lo cual había de ser haciéndole a El vivir y morar en el Padre, Hijo y Espíritu Santo en vida de Dios»(Llama de amor viva, pról.. 2).

Pausa de silencio


  • Para re- crear:


«Como el amor nunca está ocioso, sino un continuo movimiento como la llama, está siempre echando llamaradas acá y allá; así el Espíritu, cuyo oficio es herir para enamorar y deleitar, cuando el alma está ya en viva llama, le está recreando con llamaradas tiernísimas de delicado amor, inventando nuevas artes y juegos de amor alegre y festivamente.” (Llama de amor viva, 1, 8).

Pausa de silencio

Canto: Oh Señor, envía tu Espíritu, que renueve la faz de la tierra.


  • Para la fiesta del Espíritu


En la sustancia del alma donde ni el sentido ni el demonio pueden llegar pasa la fiesta del Espíritu Santo.

Pausa de silencio

Canto:Yo tengo un gozo en el alma y en mi ser. Aleluya, gloria a Dios. Es como un río de viva en mi ser. Aleluya, gloria a Dios.

«Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: – Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.»

Momento de silencio

Preces espontaneas

(Después de cada petición se van encendiendo las velas)

Padre nuestro

Oración:

Oh Dios que por tu palabra de vida nos has engendrado para una vida nueva, derrama sobre nosotros tu Espíritu Santo para que, viviendo unidos en una misma fe, lleguemos por la resurrección, a la gloria de una vida incorruptible. Por Jesucristo Nuestro Señor.

Canto: Id amigos por el mundo anunciando el amor. Mensajero de la vida de la paz y el perdón. Sed amigos los testigos de mi resurrección. Id llevando mi presencia con vosotros estoy.

CIPE

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