VIGILIA DE ORACIÓN
Lema: Acoger, proteger, promover e integrar a los emigrantes y refugiados
Vivimos esta vigilia descubriendo en medio de nosotros a María, y acogiendo a la comunidad cristiana que vive el seguimiento de Jesús y la práctica de la solidaridad en esta parroquia.
Palabras motivadoras
Se proclaman estas palabras y se acogen en silencio.
«Cada forastero que llama a nuestra puerta es una ocasión de encuentro con Jesucristo, que se identifica con el extranjero acogido o rechazado en cualquier época de la historia (cf. Mt 25,35.43). A cada ser humano que se ve obligado a dejar su patria en busca de un futuro mejor, el Señor lo confía al amor maternal de la Iglesia… Es una gran responsabilidad que la Iglesia quiere compartir con todos los creyentes y con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, que están llamados a responder con generosidad, diligencia, sabiduría y amplitud de miras -cada uno según sus posibilidades- a los numerosos desafíos planteados por las migraciones contemporáneas» (Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2018).
Exposición del Santísimo
Jesús está en medio de nosotros, como el que sirve, el que nos pone en verdad, el que nos desvela nuestra identidad. Cada encuentro profundo con Jesús nos lleva a abrir la puerta a los emigrantes y refugiados. Toda acción solidaria nace de Jesús. Nos ponemos ante él como discípulos, para aprenden a vivir. Para no creernos mejores que los demás por hacer algo a favor de los inmigrantes y refugiados. Para no despreciar a los que, a nuestro juicio, no están donde debieran estar.
Canto: Me postraré en tu Presencia
Momento de silencio.
Jesús se vuelve y nos vuelve la mirada para ver y oír, para acompañar a los inmigrantes y refugiados.
ACOGER
Se invita a los participantes en la vigilia a salir (Iglesia en salida). Se dirigen hacia los laterales y hacia el fondo de la iglesia. Abren las manos en actitud de acogida. Silencio
Canto: Tened la mirada de Jesús con los hermanos que están a vuestro lado. Tened la mirada de Jesús, sed su palabra y la fuerza de su abrazo.Tened la ternura de Jesús con los hermanos que están a vuestro lado. Tened la ternura de Jesús, sed su palabra y la fuerza de su abrazo. Tened la acogida de Jesús con los hermanos que están a vuestro lado. Tened la acogida de Jesús, sed su palabra y la fuerza de su abrazo.
Se proclama este texto: «Acoger significa, ante todo, ampliar las posibilidades para que los emigrantes y refugiados puedan entrar de modo seguro y legal en los países de destino. En ese sentido, sería deseable un compromiso concreto para incrementar y simplificar la concesión de visados por motivos humanitarios y por reunificación familiar. La importancia de ofrecer a los emigrantes y refugiados un alojamiento adecuado y decoroso. En nombre de la dignidad fundamental de cada persona, es necesario esforzarse para preferir soluciones que sean alternativas a la detención de los que entran en el territorio nacional sin estar autorizados» (Papa Francisco).
PROTEGER
Palabras motivadoras: La verdadera protección comienza a nacer en el corazón. Camina con un migrante y refugiado en el corazón, con un rostro, con un nombre. Hacer el camino en compañía, sin prisas, con tiempo para escucharnos, mirarnos, nos desvela lo que somos.
El grupo se pone en camino, despacio, hacia la parte delantera de la iglesia. Varias personas llevan velas encendidas, símbolo de los emigrantes y refugiados, que colocan junto a Jesús. Se acompaña este camino con música de liberación, de alegría.
Una vez colocados en su sitio, se proclama esta palabra: «Proteger, se conjuga en toda una serie de acciones en defensa de los derechos y de la dignidad de los emigrantes y refugiados, independientemente de su estatus migratorio. De acuerdo con el derecho universal a una nacionalidad, todos los niños y niñas la han de tener reconocida y certificada adecuadamente desde el momento del nacimiento. El estatusmigratorio no debería limitar el acceso a la asistencia sanitaria nacional ni a los sistemas de pensiones, como tampoco a la transferencia de sus contribuciones en el caso de repatriación» (Papa Francisco).
PROMOVER
Varias personas están postradas delante de Jesús. Momento de silencio.
Proclamación de la Palabra: Marcos 2,11-12. Relato del paralítico:
Entró de nuevo en Cafarnaúm; al poco tiempo había corrido la voz de que estaba en casa. Se agolparon tantos que ni siquiera ante la puerta había ya sitio, y él les anunciaba la Palabra. Y le vienen a traer a un paralítico llevado entre cuatro. Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron el techo encima de donde él estaba y, a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: «Hijo, tus pecados te son perdonados». Estaban allí sentados algunos escribas que pensaban en sus corazones: «¿Por qué este habla así? Está blasfemando. ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios sólo?» Pero, al instante, conociendo Jesús en su espíritu lo que ellos pensaban en su interior, les dice: «¿Por qué pensáis así en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: ‘Tus pecados te son perdonados’, o decir: ‘Levántate, toma tu camilla y anda?’ Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados – dice al paralítico -: ‘A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.'» Se levantó y, al instante, tomando la camilla, salió a la vista de todos, de modo que quedaban todos asombradosy glorificaban a Dios, diciendo: «Jamás vimos cosa parecida».
Preguntas: ¿Qué pensáis en vuestros corazones? ¿Os anima la esperanza de levantar a los que están caídos? ¿Cómo decir a los que están caídos que se levanten sin que sea un insulto o una broma?
Momento de silencio.
Proclamación de esta palabra: «Promover quiere decir esencialmente trabajar con el fin de que a todos los emigrantes y refugiados, así como a las comunidades que los acogen, se les dé la posibilidad de realizarse como personas en todas las dimensiones que componen la humanidad querida por el Creador. Entre estas, la dimensión religiosa ha de ser reconocida en su justo valor, garantizando a todos los extranjeros presentes en el territorio la libertad de profesar y practicar la propia fe» (Papa Francisco).
Varias personas levantan a los que están postrados.
Canto: Cristo nos da la libertad, Cristo nos da la salvación, Cristo nos da la esperanza, Cristo nos da el amor. Cuando luche por la paz y la verdad, la encontraré; cuando cargue con la cruz de los demás, me salvaré. Dame, Señor, tu palabra; oye, Señor, mi oración. Cuando siembre la alegría y la amistad, vendrá el Amor; cuando viva en comunión con los demás, seré de Dios. Dame, Señor, tu palabra; oye, Señor, mi oración.
INTEGRAR
Palabras motivadoras: ¿Cómo podremos vivir si no viven los demás? ¿Cómo podremos ser felices si los demás no lo son? ¿Cómo nos podremos realizar al margen de los emigrantes y refugiados? ¿Con qué cara miraremos a Jesús si no miramos a aquellos con los que él se identifica?
Los participantes en la vigilia, puestos de pie, forman un corro, con Jesús en el centro. Se dan la mano.
Proclamación de esta palabra: «Integrar, se pone en el plano de las oportunidades de enriquecimiento intercultural generadas por la presencia de los emigrantes y refugiados. La integración no es «una asimilación, que induce a suprimir o a olvidar la propia identidad cultural. El contacto con el otro lleva, más bien, a descubrir su «secreto», a abrirse a él para aceptar sus aspectos válidos y contribuir así a un conocimiento mayor de cada uno. Es un proceso largo, encaminado a formar sociedades y culturas, haciendo que sean cada vez más reflejo de los multiformes dones de Dios a los hombres» (Papa Francisco).
Se invita a expresar sentimientos, ecos de lo vivido, oraciones.
Este momento finaliza orando juntos el Padre nuestro.
Bendición de Jesús para vivir con el estilo de vida de Jesús.
Canto: Estoy entre vosotros como el que sirve.