CADA AMANECER VOY A TI, DIOS DE MI VIDA.
¿Quién no visita en el verano un monasterio, pasa un día de campo, se regala un día azul, se mantiene en sintonía con lo que pasa en el mundo, acude a una fiesta del pueblo? Pero hay muchas formas de hacerlo.
Aquí te proponemos vivir todo eso con un estilo orante y celebrativo. ¡Que lo disfrutes!