¿Cómo acercarnos?
Hoy el salmista nos regala una canción, la canción que cantaron los profetas, la que cantó José, al contemplar de cerca el amor de Jesús y de María, la que canta la Iglesia. Cantémosla, aunque no lo hagamos del todo bien.
Aprendamos a vivir jubilosamente. «Basta que nos sintamos amados incondicionalmente por una sola persona para que nos brote la música;¡ cuánto más si quien nos ama es Dios!».
Adviento es cercanía de Dios
Leerlo
Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: «Tu misericordia
es un edificio eterno,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad.»
Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:
«Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades.»
El me invocará: «Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora.»
Le mantendré eternamente mi favor,
Y mi alianza con él será estable.
¿Cómo orarlo?
- Abre tu corazón a la Palabra que se hace carne. Vive el misterio de la salvación en compañía de José y María.
- Estate alerta, espera sus pisadas en la noche. Ábrele la puerta y dale la bienvenida.
- Canta con los ángeles y los pastores y vete corriendo a anunciar con gozo el nacimiento de Jesús.
¿Cómo vivirlo?
El amigo está a la puerta. Lo mejor es esperarlo y abrirle cuando llame. «Velar consiste en embellecer la casa para que pueda acaecer en ella algo feliz; en arreglarlo todo para que pueda tener lugar la fiesta del Amigo, a quien se espera. Velar consiste en expulsar las tinieblas para abrir paso a la luz, en expulsar la mentira para abrir paso a la verdad. Velar consiste en dejar que entre en casa el Evangelio, la Buena Noticia de Jesús».