Se dice que “detrás de cada gran hombre, se encuentra siempre una gran mujer”. Así puede constatarse a lo largo de la historia general y, más concretamente, en la historia de la espiritualidad.
Es el caso de Francisco Palau y Juana Gratias. Desde su encuentro por tierras de Francia, en 1845, sus vidas caminaron paralelas y la trayectoria espiritual de Juana quedó ligada a la de Francisco. Ambas vidas discurrieron bajo el signo de la búsqueda y de la contradicción, superando dificultades y contratiempos…