SILENCIO
Sorprendentemente, comenzamos el Pregón del Adviento con un canto al silencio, experiencia que nos acompañará hasta la Navidad.
- El silencio es camino hacia la interioridad habitada.
- El silencio nos ayuda a dejar la ausencia para hacernos conscientes de la Presencia.
- Jesús nos espera dentro y hay que buscarlo dentro para que nuestra vida se convierta en una Navidad.
- El silencio nos adentra al diálogo de amor con Quien sabemos nos ama.
«Quítate las sandalias de los pies» (Ex 3,5)
Música de flauta (dos minutos)
- Aunque solo fuera para estar, sólo para estar cerca de nosotros, ya tendría sentido el silencio.
- Aunque solo fuera para escuchar la voz de los que no tienen voz, ya tendría sentido hacer silencio.
- Aunque solo fuera para derribar las fronteras y comenzar aventuras de integración con los excluidos, ya tendría sentido hacer silencio.
- Aunque solo fuera para que se acalle nuestro tirano «ego» y crezca la conciencia del «nosotros solidario», ya tendría sentido hacer silencio.
Música de Flauta (dos minutos)
Icono de María. Proyección de la imagen de la Virgen de la Contemplación
- María presta atención a su interior.
- Vive el silencio interior.
- Mira a Jesús. Se sorprende. Se alegra.
- Ofrece su pequeña vida para que Dios se haga humanidad.
- Se deja hacer por dentro. Se deja amar.
Imagen de persona recogida.
- Esta persona puedes ser tú.
- Acércate a tu interioridad.
- Silencia tus ruidos.
- Acaricia tus heridas con dulzura.
- Entra dentro de ti sin miedo.
- Descubre dentro a quien tanto te ama.
- Adora y confía.
Música de Flauta. Dos minutos.
Nos dice Teresa de Jesús:
«Si entendieras que en este palacio pequeñito de tu alma cabe tan gran Rey, que no le dejarías tantas veces solo» (C 28,11)
«No os pido más de que le miréis… No está aguardando otra cosa sino que lemiremos. Como le quisiereis, le hallaréis» (C 26,3)
«No estéis sin tan buen amigo» (C 26,1)
«Juntos andemos, Señor. Por donde fuereis, tengo de ir. Por donde pasareis, tengo de pasar» (C 26,11)
Canción: Alma buscarte has en Mí y a Mí, buscarme has en ti. (Poesía de Santa Teresa, cantada por Rafael María León).
PALABRA
Antes de escuchar nos preguntamos: ¿Dónde estoy yo en este momento de mi vida? ¿Qué situación me está afectando? ¿Qué me interesa profundamente? ¿Con qué deseos me acerco al Adviento? Acogemos también el momento que está viviendo la humanidad: deseo de paz, de encuentro, de atención a los más pobres, de integración de tantas diferencias…
Invocación al Espíritu Santo. Le pedimos la luz y la sabiduría del corazón. Que nos abra el entendimiento.
Canto: Veni Sancte Spiritus.
- El Adviento es una peregrinación hacia la Navidad, a la luz de la Palabra.
- La Palabra de Dios sale a nuestro encuentro.
- El Adviento está lleno de Palabra, lleno de Promesas de Dios.
- Dios comunica su amor a la humanidad.
- De muchas maneras viene Dios a contarnos su intimidad.
- El Adviento, gracias a la Palabra de amor, convierte nuestra historia en una historia de salvación
Diez personas, con velas encendidas, se ponen en camino. Van delante de la Palabra, abierta, entregada, hecha carne. La Palabra se coloca en el centro y las personas ponen las velas alrededor de la Palabra.
Las diez personas, como un coro evangelizador, proclaman las palabras que Dios nos regala en el Adviento. Se deja una pausa de silencio después de cada palabra.
«Velad» (Mc 13,37).
«Nos visitará el sol que nace de lo alto» (Lc 1,78).
«En medio de vosotros hay uno que no conocéis» (Jn 1,26).
«El que tenga oídos, que escuche» (Mt 11,15).
«Alégrate» (Lc 1,28).
«El Señor está contigo» (Lc 1,28).
«Darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús» (Lc 1,31).
«Hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38).
«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré» (Mt 11,28).
«Nuestro Padre quiere que no se pierda ni uno de estos pequeños» (Mt 18,14).
«Has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla» (Lc 10,21).
«Hemos tocado la flauta y no habéis bailado» (Mt 11,17).
«Siento compasión de la gente» (Mt 15,32).
Momento de silencio.
Hacemos nuestra la respuesta de Teresa de Jesús:
«Heme aquí con solas estas palabras sosegada, con fortaleza, con ánimo, con seguridad, con una quietud y luz que en un punto vi mi alma hecha otra, y me parece que con todo el mundo disputara que era Dios. ¡Oh, qué buen Dios! ¡Oh, qué buen Señor y qué poderoso! No sólo da el consejo, sino el remedio. Sus palabras son obras. ¡Oh, válgame Dios, y cómo fortalece la fe y se aumenta el amor!» (Vida 25,18)
MESA COMPARTIDA
Se coloca una mesa en medio del grupo, con una gran hogaza. Y se muestran carteles donde se lee CARITAS, ATALAYA, PROYECTO HOMBRE, PROMOCIÓN SOLIDARIA, MANOS UNIDAS, POBREZA CERO, GESTOS SOLIDARIOS.
- El Adviento es comunidad reunida, a la espera.
- Esperamos la misericordia que nace de lo alto.
- El Adviento es mesa compartida, donde Dios se da por entero.
- La repuesta a sus dones está en el compartir.
- La mesa es don de Dios y proyecto de humanidad nueva.
Palabras de Teresa de Jesús:
«No hagamos torres sin fundamento, que el Señor no mira tanto la grandeza de las obras como el amor con que se hacen; y como hagamos lo que pudiéremos, hará Dios que vayamos pudiendo cada día más y más»(7M 4,15).
«No queráis aprovechar a todo el mundo, sino a los que están en vuestra compañía» (7M 4,14).
«El sosiego que tienen estas almas en lo interior, es para tenerle muy menos, ni querer tenerle, en lo exterior. ¿Para qué pensáis que son aquellas inspiraciones? ¿Es para que se echen a dormir? ¡No, no, no!» (7M 4,10).
«¿Cómo queréis contentarle con solo palabras?» (7M 4,8).
«Para esto es la oración, para que nazcan siempre obras, obras» (7M 4,6).
Propuestas para el Adviento:
- Cercanía a tu propia vida, morada donde Dios vive. Compromiso de leer el evangelio cada día.
- Cercanía a los que están a tu lado. Juntos andemos. Nos damos la mano unos a otros.
- Cercanía a los más pobres. En el tiempo de Adviento realizamos gestos concretos de ayuda a los que peor lo pasan.
Canción de Teresa: Juntos andemos, Señor.
PREGÓN DEL ADVIENTO: INTERIORIDAD HABITADA CON TERESA DE JESÚS