AMBIENTACIÓN
En el lugar de la celebración se colocará adornada la imagen de Sta. Teresa y un ambón para la Palabra. Se prepararán seis velas para las personas que van a dar testimonio.
BIENVENIDA – MOTIVACIÓN
Bienvenidos y bienvenidas a esta celebración orante para la fiesta de Santa Teresa de Jesús. Durante este Año de la fe se nos ha invitado a revitalizar nuestra adhesión personal a Jesús el Señor y a renovar la alegría de la amistad con Él.
Traemos a este encuentro orante las últimas imágenes y sonidos que nos han llegado estos días y que reflejan la crisis de fe y de valores que atraviesa nuestra sociedad. Muchas personas se sienten, unas, desorientadas, deprimidas y tristes, otras, agitadas y esclavas de búsquedas interminables.
En una pausa de silencio acogemos el drama del sufrimiento y del dolor humano, así como sus gozos y esperanzas.
Pausa de silencio
Cantamos:
En nuestra oscuridad.
Enciende la llama de tu amor Señor,
de tu amor Señor,
en nuestra oscuridad.
Enciende la llama de tu amor Señor
de tu amor Señor.
Música de TAIZE, En nuestra oscuridad)
(Mientras se canta entra una persona con la Palabra en alto y otra con una vela, se colocan mirando a la Asamblea).
1. CON LA LÁMPARA DE LA FE EN LAS MANOS
Monitor:
Jesús en el evangelio habla a sus seguidores de la fe. Sólo la confianza total en el Padre hace posible lo que es imposible. Sólo la fe convierte en milagro las dificultades. Sólo la fe puede cambiar la dureza del corazón. Sólo la fe puede cambiar…. ¿Qué puede cambiar tu fe?
Lectura de la Palabra: Marcos 11, 22-24
Jesús les respondió: «Tened fe en Dios.Yo os aseguro que quien diga a este monte: ‘Quítate y arrójate al mar’ y no vacile en su corazón sino que creaque va a suceder lo que dice, lo obtendrá.Por eso os digo: todo cuanto pidáis en la oración, creed que ya lo habéis recibido y lo obtendréis».
(Terminada la lectura, laPalabrase coloca en el ambón y la vela al lado de la imagen de Sta. Teresa)
Audición del Canto: «Si tuvierais fe», Fabiola Tornero, CD Volver a Nacer, Monte Carmelo
Si tuvierais fe
serías capaces de cambiar la humanidad.
Si tuvierais fe, le diríais a este monte:
¡Cambia de lugar! Y cambiaría (bis).
Todo es posible, para quien tiene fe.
Todo es posible, todo es posible (bis).
Pausa de silencio
Música suave
Animador:
- ¿Tienes conciencia de la fe recibida en tu bautismo? Pausa de silencio
- ¿Está encendida la lámpara de tu fe? Pausa de silencio
- ¿Cómo quieres reavivar la llama de la fe en Jesús, el Señor? Pausa de silencio
Música suave
Animador:
Estamos llamados a confesar la fe con renovada convicción, con confianza y esperanza. La fe crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo. Escuchamos el testimonio creyente de algunas personas.
(Las personas que van a dar testimonio se ponen delante de la asamblea llevando una vela encendida).
- Pablo: «Se dé quien me he fiado. Vivo de la fe en el hijo de Dios que me amó y se entregó por mí». (Gál. 2,20). (2 Tim. 1, 12) (Pausa)
- María: «¡Fíat! ¡Hágase!»
- Teresa de Jesús: «En Cristo he puesto mi confianza… En Él estriba mi firmeza, mi seguridad, la prueba de mi verdad»
- Otros testigos del grupo orante pueden expresar su fe
(Terminados los testimonios dejan la vela al lado de la imagen de Santa Teresa).
Canto: «Hoy que a nuestros caminos«. Letra de J. L. Martín Descalzo y Música de Francisco Palazón
Hoy que a nuestros caminos regresas otra vez,
descúbrenos, Teresa, la raíz de la fe (bis).
Hoy que el mundo se aturde entre cantos y risas,
descúbrenos, Teresa, la celeste alegría (bis).
Hoy que tantas bellezas nos producen hartura,
descúbrenos, Teresa, la mejor hermosura (bis).
Hoy que todos buscamos un imposible amor,
descúbrenos, Teresa, los caminos de Dios (bis).
2. CON LA LUZ DEL TESTIMONIO DE TERESA EN EL CAMINO DE LA FE
Monitor:
Teresa, mujer de gran fe, aparece en medio de nosotros/as para animarnos a reavivar la llama de la fe recibida en el Bautismo, para alentar la confianza en un Dios Padre Misericordioso y de gran Bondad, deseoso de habitar y comunicarse amorosamente con sus hijos/hijas.
Toda la vida de Teresa está impregnada de un gran deseo de amistad, de encuentro, de comunión total con Dios. Lo busca porque dentro de ella lleva escondido el Manantial de la Vida, el Castillo luminoso, la Perla de la gracia… Todo el forcejeo de lucha y determinación en el camino de la oración era la respuesta a un Dios amigo que la atraía desde su interior, enamorado de ella.
Teresa vive la fe, la confianza, en una intensa relación de amistad con Jesús, el Señor de su Vida. Los textos que vamos a escuchar y a orar están cargados de ternura, de entrega, de alabanza, de bendición al Dios Amigo fiel y verdadero.
Pausa de silencio
Teresa (mirando al Sagrario)
«¡Oh Señor de mi alma, y quién tuviera palabras para dar a entender qué dais a los que se fían de Vos, y qué pierden los que llegan a este estado, y se quedan consigo mismos! ¡Bendito seáis por siempre jamás!».
Pausa de silencio, música de fondo.
Teresa (caminando hacia la asamblea)
«Muchas veces he pensado espantada de la gran bondad de Dios, y regalándose mi alma de ver su gran magnificencia y misericordia. Sea bendito por todo, que he visto claro no dejar sin pagarme, aun en esta vida, ningún deseo bueno. Por ruines e imperfectas que fuesen mis obras, este Señor mío las iba mejorando y perfeccionando y dando valor, y los males y pecados luego los escondía. Aun en los ojos de quien los ha visto, permite Su Majestad se cieguen y los quita de su memoria. Dora las culpas. Hace que resplandezca una virtud que el mismo Señor pone en mí casi haciéndome fuerza para que la tenga… Sea por siempre bendito, que tanto me ha sufrido. Amén» (Vida 4,10-11).
Pausa de silencio, música de fondo.
Monitor:
Aún en momentos de crisis y abandono de la oración, Teresa descubre que Dios permanece siempre fiel y su fe se va afianzando más y más en este Dios que la llama y la levanta.
Teresa (mirando al Sagrario).
«Bendito seáis por siempre,
que aunque os dejaba yo a Vos,
no me dejasteis Vos a mí tan del todo,
que no me tornase a levantar,
con darme Vos siempre la mano.
Y muchas veces, Señor, no la quería,
ni quería entender cómo muchas veces
me llamabais de nuevo» (Vida 6,9).
Pausa de silencio, música de fondo.
Monitor:
Se asombra de que sólo Dios le de la mano en su soledad y en el abandono de los amigos. Por ello irrumpe en la alabanza y bendición.
Teresa (mirando a la asamblea)
«Para caer había muchos amigos que me ayudasen; para levantarme hallábame tan sola, que ahora me espanto cómo no me estaba siempre caída, y alabo la misericordia de Dios, que era sólo el que me daba la mano. Sea bendito por siempre jamás, amén» (V 7,22).
Pausa de silencio, música de fondo.
Monitor:
La fe nos abre a un Dios amigo que se deleita en estar con sus hijos. Teresa se sobrecoge hasta las lágrimas al escuchar que Dios se goza de la compañía de sus hijos.
Teresa (mirando al Sagrario)
«¡Oh Señor mío y bien mío! ¡Que no puedo decir esto sin lágrimas y gran regalo de mi alma! ¡Que queráis Vos, Señor, estar así con nosotros, y estáis en el Sacramento, y si no es por nuestra culpa nos podemos gozar con Vos, y que Vos os holgáis con nosotros, pues decís ser vuestro deleite estar con los hijos de los hombres!» (V 14,10).
Pausa de silencio, música de fondo.
Monitor:
El amor fiel de Dios amigo verdadero, la llena de valentía y aumenta su amor
Teresa (mirando al Sagrario)
«¡Oh Señor mío, cómo sois Vos el amigo verdadero; y como poderoso, cuando queréis podéis, y nunca dejáis de querer si os quieren! ¡Alaben os todas las cosas, Señor del mundo! ¡Oh, quién diese voces por él, para decir cuán fiel sois a vuestros amigos! Todas las cosas faltan; Vos Señor de todas ellas, nunca faltáis. Poco es lo que dejáis padecer a quien os ama. ¡Oh Señor mío!, ¡qué delicada y pulida y sabrosamente los sabéis tratar!»
Pausa de silencio.
(Se puede escenificar esta poesía entre dos personas, una hace de Teresa y otra de Jesús).
Canto:
«¡Oh hermosura que excedéis
a todas las hermosuras!
Sin herir dolor hacéis,
y sin dolor deshacéis,
el amor de las criaturas.
Oh nudo que así juntáis
dos cosas tan desiguales,
no sé por qué os desatáis,
pues atado fuerza dais
a tener por bien los males.
Juntáis quien no tiene ser
con el Ser que no se acaba;
sin acabar acabáis,
sin tener que amar amáis,
engrandecéis nuestra nada».
Pausa de silencio
3. CONFESAMOS LA FE ENCENDIDA EN NUESTRO INTERIOR
Monitor:
Os invitamos a expresar vuestra oración en forma de alabanza, petición, acción de gracias.
Padre Nuestro con las manos unidas.
4. ANUNCIAMOS LA ALEGRÍA DE LA FE QUE HEMOS CELEBRADO
Monitor:
Volvemos al camino de cada día gozosos y confiados a dar testimonio
- de Jesús, el Señor, que camina con nosotros.
- de la alegría del amor, respuesta a las búsquedas de sentido.
- de la fuerza de la fe ante las dificultades y oscuridades del camino.
Teresa siempre está pronta para darnos la mano.
Finalizamos esta Celebración orante cantando que nos enseñe el Amor, nos devuelva la alegría y nos descubra la pobreza.
Canto: «Enséñanos el Amor«. Letra de J. L. Martín Descalzo y Música de Francisco Palazón.
ENSÉÑANOS EL AMOR, TERESA, MADRE TERESA.
DEVUÉLVENOS LA ALEGRÍA, DESCÚBRENOS LA POBREZA.
El hombre se muere de hambre, y están repletas sus mesas.
Lo que falta es repartir, entre todos la pobreza.Cuando el hombre tiene más, menos sabe de alegría.
Qué sirve la mesa llena, cuándo el alma está vacía?Equipo CIPE