«Estase ardiendo el mundo»… (Camino 1, 5)
Es el grito dolorido de Teresa al contemplar los conflictos, las guerras y las divisiones de la sociedad y de la Iglesia de su tiempo, las guerras y las luchas de religión. Si, arde el mundo, este sería hoy sin duda su grito ante el Señor, y este es ahora nuestro grito, que es casi una queja ante Nuestro Dios: Señor estase ardiendo el mundo…
I.- «ESTASE ARDIENDO EL MUNDO….»
II.- NADA TE TURBE…. SOLO DIOS BASTA
III.- DANOS LA PAZ SEÑOR
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