«Oh Señor, cuán diferentes son vuestros caminos
de nuestras torpes imaginaciones.
Y como de un alma que está ya determinada a amaros
y dejada en vuestras manos,
no queréis otra cosa sino que obedezca
y se informe bien de lo que es
más servicio vuestro, y eso desee.
No ha menester ella buscar los caminos ni escogerlos,
que ya su voluntad es vuestra.
Vos, Señor mío, tomáis ese cuidado de guiarla
por donde más aproveche” (Fundaciones, 5,6).
ESQUEMA DE LA VIGILIA
- TIEMPO DE DISPERSIÓN
- TIEMPO DE LUCHA
- TIEMPO DE ENCUENTRO
- TIEMPO DE ANUNCIO
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Equipo CIPE