Ávila, 4 de diciembre 1577
Conservamos 4 cartas autógrafas de Teresa al Rey (11.06.1573; 19.07.1575; 13.09.1577; 4.12.1577). Las tres últimas motivadas por asuntos puntuales y graves de la Reforma, como la situación provocada por las medidas del Capítulo General de Piacenza, la campaña de los Calzados y sus memoriales contra Gracián y la prisión de los descalzos, Juan de la Cruz y Germán de S. Matías, en la noche del 3 al 4 de diciembre de 1577. En ellas Teresa se presenta con su apreciación de las circunstancias y el uso de los medios que cree indispensables y más eficaces en ese momento. Es consciente de su derecho de acudir a quien representa la justicia. Trasmite lo que ella piensa y siente, tanto de la persona del rey como de su poder y de su acción. Es «defensor y ayuda de la Iglesia» (cta. a Felipe II, 11.6.1573). Defensor de la Orden «el único amparo que tiene en la tierra» (cta a Felipe II, 18.9.1577).
Estilo libre y cimiento orante. Comienza la carta con esta expresión: La gracia del Espíritu Santo sea siempre con vuestra majestad, amén. Es una constante en ella meter a los destinatarios de sus cartas en la experiencia fundante de Dios. Todos quedan envueltos en la atmósfera orante donde ella vive. En la oración hay igualdad. El rey Felipe II es dueño de medio mundo y a pesar de ello se dirige a él con estilo sencillo, directo, respetuoso, consciente de que en su ejercicio de poder necesita el Espíritu, para que guíe sus decisiones y proyectos. Y desde el Espíritu Ella va a hablar y comunicarse con el monarca. «Yo tengo muy creído que ha querido nuestra Señora valerse de vuestra majestad y tomarle por amparo para el remedio de su Orden, y así no puedo dejar de acudir a vuestra majestad con las cosas de ella» (n.1). Está convencida de que la Virgen ha escogido al rey Felipe II para amparo de la Orden, en las oscuras circunstancias por las que atraviesa y así le da un nuevo título: ser escogido para cuidar de la Orden de la Virgen.
Sigue el texto en F. 12: CARTA AL REY DON FELIPE II, EN MADRID
F. 12: CARTA AL REY DON FELIPE II, EN MADRID. Ávila (Carta 218)
