7 de noviembre de 1571
Cuando escribe esta carta, Teresa de Jesús está en Ávila, como priora del convento de la Encarnación. Es un 7 de noviembre de 1571. Ya ha fundado ocho conventos, ha viajado por muchos caminos, ha conocido a muchas personas; Dios, que se le ha metido muy adentro, se asoma en todos sus poros.
La escribe a una mujer, Doña Luisa de la Cerda, con la que ha tenido una intensa relación a lo largo de los años de fundadora. Las dos se han hecho y se han pedido favores, aunque a veces la señora se ha hecho de rogar o ha mirado para otra parte. Doña Luisa es una dama amiga de por vida, que le sirve de espejo para asomarse al paisaje de grandezas y miserias del estamento noble. En su casa de Toledo conoció al franciscano Pedro de Alcántara, escribió el libro de la Vida; por medio de la ilustre señora negocia el envío del libro al maestro Ávila a Andalucía.
La vida de esta señora está marcada por la muerte. Ahora acaba de morir su hijo Juan, el hijo mayor de la destinataria. Teresa le ha escrito a ella tres cartas seguidas.
Sigue el texto en F. 6: CARTA A DOÑA LUISA DE LA CERDA (Carta 38)