HAY UNA TELARAÑA QUE ENREDA EL MUNDO
Hay una telaraña que enreda el mundo
tejiendo trampas para engullirlo.
Pero viene un fuego devorador
para devastar lo que nos acomoda
en la seguridad y el confort.
Para quemar toda codicia
y todo afán de posesión.
Para aniquilar todo prejuicio y discriminación.
Para fulminar las autocomplacencias
y los logros que alimentan
nuestro yo.
Sí, ven y déjanos baldíos, desnudos,
a la intemperie.
Y podremos empezar de nuevo
desde el vértigo de la indigencia
donde toda debilidad es don para el abandono
y la confianza.
Donde toda insignificante sonrisa
invita a esa alabanza que suaviza el sufrimiento.
Donde toda adversidad y desdicha
deviene en oportunidad para hacer emerger
el tesoro que nos habita.
Donde toda migaja de ternura y solidaridad
nos hace deudores de amor para el mundo.
¡Ven! Y que tu fuego
incandescente
renueve nuestras esperanzas.
Mar Galceran