CALENDARIO DE ADVIENTO
Hoy el Señor nos quiere regalar su Palabra a través de un calendario que realizaremos siguiendo estos pasos.
- Preparar un gran cartel con una hoja de cartón de tamaño Dina 3.
- Recubrirlo con un papel blanco.
- Pegar en el centro de la cartulina una imagen del misterio de Navidad.
- Escribir: VEN SEÑOR TE ESPERAMOS
- Pegar alrededor pequeñas bolsitas de papel (Doblando papeles en 2 grapándoles en las extremidades formando como unos pequeños sobres).
- Buscar frases de la Palabra de Dios, en los textos del tiempo de Adviento, escribirlas, recortarlas en tiras y doblarlas para insertarlas en los diferentes sobrecitos.
- Cada día se recortará, coloreará y pegará un dibujo de la plantilla adjunta para decorar el sobrecito.
- El Panel se colocará en el salón de la casa y cada noche se abrirá un sobrecito para leer y compartir la Palabra que nos regala el Señor.
EL NIÑO JESÚS BUSCA POSADA
Esta actividad puede realizarse en una clase de primaria, con un grupo de niños en la catequesis o en la familia.
Preparar una pequeña cuna con el Niño Jesús. Meterla en una preciosa cajita y colocar la caja en una bolsa de regalo.
Añadir a la bolsa:
- Una ficha explicando lo que se hará al recibir al Niño en su casa.
- Un cuadernito para que los padres y los niños apunten sus oraciones, sus peticiones, cuando reciban al Niño en su casa.
Se explica a todos los participantes que El Niño Dios va a pasar de casa en casa. Se sortean los días y se atribuye a cada uno el suyo. Cuando recibamos al niño Dios en nuestra casa se colocará en el lugar apropiado para que pase la noche. Los padres o hermanos mayores pueden encender una vela. Este día intentaremos reunir a la familia para tener un rato de oración junto a El.
MOMENTO ORANTE
El padre o la madre pueden empezar con unas palabras de acogida y bienvenida al Niño Dios. Otro miembro de la familia o de la clase puede presentar al Niño la situación de la clase de la familia, con sus problemas, gozos y alegrías Al final se cantará un canto y se comparten peticiones. Se pueden escribir después en el cuaderno: Hoy (la fecha) te recibimos en nuestra casa y firman todos. Para terminar se coge al Niño y se le da un beso. El día siguiente se entrega la bolsa con todo su contenido a la familia siguiente.
CUENTO DE NAVIDAD:
Vino a hospedarse en nuestra casa (Este cuento está escrito a partir de un hecho real)
Paco era un hombre mayor, había trabajado toda su vida como conductor de autobús y le faltaba pocos años para jubilarse. Le tocaba jornadas duras y pasajeros muy diferentes. De madrugada a penas disipada la noche empezaba su oficio. El primer viaje era llevar a los obreros a la fábrica. Luego recogía a los escolares, grandes y pequeños y los llevaba al colegio. Por las mañanas no había ningún problema. Los mayores repasaban sus lecciones y los pequeños seguían soñando y durmiendo. Pero amigos, ¡Qué diferente era el ambiente por las tardes! ¡Que griterío! Había que recoger de nuevo a todos esos chavales, todos ya bien despiertos, y llevarles a sus respectivas casas, dejando a cada uno de ellos en su parada donde les solían esperar sus padres o abuelos.
Un frío día del mes de diciembre viajando por las calles de la ciudad ocurrió esta historia. Por las tardes los niños salían del autobús y se despedían con cariño de Paco, como de costumbre, arrastrando sus carteras y polvorientas bolsas de deportes, meriendas y otros muchos paquetes. Con el itinerario terminado, nuestro amigo Paco, echaba un vistazo al autobús antes de meterlo en el garaje, recogiendo siempre algún gorro o guantes olvidados por estos serafines. Después de finalizada su gira se percató que debajo de un asiento se había quedado una bolsa de regalo de Navidad. Se dijo bajito: ¡Ay que despistados son esos niños! Echó un vistazo y vio que había en el interior otra cajita, levantó la tapa y cuál fue su sorpresa al descubrir a un precioso Niño Jesús. Dijo:
Lo llevaré a casa y mañana se lo entregaré a su dueño.
Al llegar a su casa llamó a Ana su mujer y le dijo:
¡A que no sabes lo que te traigo hoy!
Pues no. Ana precipitándose, abrió la bolsa vio la caja y descubrió con asombro al Niño
¡No le iba a dejar en el autobús!dijo Paco
¡Claro que No! has hecho muy bien.pero ¿qué vamos a hacer ahora con Él?
Mira lo que pone aquí (Leyendo la ficha)
Se reunirá toda la familia, se colocará al Niño en el sitio más apropiado de la casa, con una vela encendida, le daremos la Bienvenida y le presentaremos nuestras penas y nuestras alegrías, cantaremos y le besaremos.
Pues eso es lo que vamos a hacer. Lo de la familia lo dejaremos, porque los hijos viven lejos y a estas horas de la noche no les podemos molestar, estarán haciendo los deberes con los niños, las duchas y las cenas, pero se lo contaremos. ¿Les llamaremos mañana ¿verdad?
Ana: Buscaré mi mejor pañuelo para envolver al Niño Dios y lo colocaremos en el salón
Paco: Sacaré unas velitas que tenía guardadas para los días de tormenta y las encenderemos junto a la cuna.
Y nuestros dos abuelos prepararon todo con mucha ilusión, después se sentaron delante del Niño.
Ana: ¿Y que le dices tú ahora al Niño?
Paco: No tengo nada que decirle, me basta mirarle. El lo sabe todo.
Ana: Pues yo sí que quiero decirle cosas, muchas cosas, y he aquí que empieza la abuela a contar sus penas y alegrías, dándole gracias por tantas cosas de su vida. Paco de vez en cuando añadía unas palabras.
Así pasaron un par de horas los dos muy felices contemplando al Niño hasta que Paco dijo: Parece que ha llegado la Navidad a casa pero mañana hay que madrugar, tengo que ir al cole. Así que le vamos a dar un beso al Niño y a dormir
Así fue cómo el Niño Dios encontró posada en la casa de Ana y Paco aquella noche.
Estate atento, bien despierto porque quizás llame también a tu puerta. ¿Le abrirás?