MOMENTO ORANTE
«La Trinidad, he aquí nuestra morada, nuestro propio hogar, la casa paterna de donde nunca debemos salir» (Santa Isabel de la Trinidad).
SÍMBOLO: Tres velas en un mismo recipiente y/o el icono de la Trinidad
AMBIENTACIÓN: Unos minutos de silencio con música
MOTIVACIÓN: Nos envuelve la presencia acompañante de Dios-Trinidad. Más que a las palabras, nos invita al silencio, a la contemplación, a la adoración, sobran las palabras ante un Dios que es familia, hogar, comunidad, misterio insondable. Se nos ofrece hoy nuestro Dios: Hogar seguro, caliente y acogedor. Nos abrazan los tres brazos de Dios: PADRE, HIJO Y ESPÍRITU. Regazo del Padre que se abre en amor al Hijo y se expresa en la comunión del Espíritu, misterio como encuentro personal de comunicación abierta y gozosa. Ellos llevan a cabo el cumplimiento de la comunicación universal. Los TRES, nos introducen en su comunión… en su comunicación… en su amor… en su relación…, en su compartir… Dios es interrelación de amor gratuito y personalizante. Sólo podemos entrar en este HOGAR de la mano del Espíritu: «Cuando venga el Espíritu os introducirá en la verdad total «
CANTO: Invocación al Espíritu… (breve silencio)
GESTO: Nos inclinamos en actitud de adoración, nos invitamos al silencio contemplativo.
CANTO: Tuya es la gloria… Preparamos nuestro corazón para escuchar y acoger la Palabra: fotografía de la Trinidad en gestos humanos, hacedores de bien para nosotros…
LECTURA DE LA PALABRA
- Lector: En aquellos días, Moisés subió de madrugada al monte Sinaí, como le había mandado el Señor, llevando en la mano las dos tablas de piedra. El Señor bajó en la nube y se quedó con él allí, y Moisés pronunció el nombre del Señor. El Señor pasó ante él, proclamando: «Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad.» Moisés, al momento, se inclinó y se echó por tierra. Y le dijo: «Si he obtenido tu favor, que mi Señor vaya con nosotros, aunque ése es un pueblo de cerviz dura; perdona nuestras culpas y pecados y tómanos como heredad tuya» (Éxodo 34,4b-6.8-9)
- COMENTARIO SAPIENCIAL: Moisés el hombre buscador de Dios, que tiene la osadía de decirle muéstrame tu rostro, dime cómo es tu rostro por dentro, en lo profundo de tu ser. Moisés destaca estos rasgos en su «fotografía» de un Dios desconocido para él: Dios compasivo – Dios misericordioso – Dios rico en clemencia y lealtad. Es la mano de Dios que crea, es amor fecundo, cuidado amoroso de madre, misericordia entrañable, ternura infinita. «Moisés se inclinó y se echó por tierra»
CALLA… ACOGE… CONTEMPLA.
- Lector: Alegraos, enmendaos, animaos; tened un mismo sentir y vivid en paz. Y el Dios del amor y de la paz estará con vosotros. Saludaos mutuamente con el beso ritual. Os saludan todos los santos. La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo esté siempre con todos vosotros. (2ª carta del apóstol san Pablo a los Corintios 13,11-13)
- COMENTARIO SAPIENCIAL: Pablo destaca el talante de Dios: energía de comunión, abrazo de amor, un mismo sentir, un vivir en paz, un estar alegres. El Espíritu revelador de la VERDAD plena. El Espíritu es la mano de Dios que ama, que hace relación, unión, amistad.
CALLA… ACOGE… CONTEMPLA.
- Lector: Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. (Juan 3,16-18)
- COMENTARIO SAPIENCIAL: La fotografía que hace Juan es un gesto de amor por parte de Dios, que se entrega en el Hijo-Jesús, amor por ti, por mí, por todos: amor entregado hasta la cruz, para decirnos con la vida: mira como te amo. Es gracia, don, cariño de Dios. El Hijo es la mano de Dios que sirve y se entrega hasta el extremo.
CALLA… ACOGE… CONTEMPLA.
CANTO de adoración: No adoréis a nadie…
MOMENTO PARA COMPARTIR
Podemos orar alabando, adorando a Dios, dándole gracias con gestos y palabras. También presentándole situaciones personales, del entorno, del mundo, que necesitan de comunión, comunicación, diálogo, amor, relación… Se puede acabar la oración poniendo las velas en el centro, situándonos alrededor de ellas con las manos unidas, rezamos el Padrenuestro.
CANTO: María la madre buena.