Comenzamos con un momento de silencio. Todo lo que hemos vivido estos días con la elección del Papa Francisco nos lleva al asombro. Después, sepone una música de fondo.
Gesto: Una persona trae en alto una maceta con flores y la coloca en el lugar preparado, delante del grupo; otra lleva un cartel con la palabra: CELEBRACIÓN
Mimo: Tres personas expresan la decepción, la tristeza, la desilusión.
Una hace un gesto de desentenderse de todo mirando a la pared; otra, decepcionada,se cae al suelo por la decepción y otra dice: «Yo no estoy para celebrar nada».
Animador/a: ¿Cómo podremos celebrar el Evangelio de Jesús en medio de un ambiente generalizado de desilusión? ¿Podrá entrar la alegría en nuestros corazones? ¿Celebraremos la alegría de saber confiar? ¿Celebrará la vida nuestro corazón, tocado por la ternura de Jesús desde la cruz? ¿Celebraremos la oración, que se hace cada día diálogo amoroso? ¿Celebraremos una fe que se pone abajo para servir? ¿Celebraremos el pan partido y entregado por todos?
Cuando se ve la alegría de una comunidad, se ve la fe. De la Celebración, como elemento imprescindible de toda Evangelización, nos va a hablar Maribel Briones, mujer enamorada de Dios, esposa, madre, educadora de la fe en un colegio de Lerma.
Comunicación: La Celebración, Maribel Briones
- El Evangelio tiene que ser celebrado.
- En el mundo de hoy.
- Características de esta celebración.
- Actitudes que se requieren para celebrar el Evangelio.
Animador/a: Como signo de apertura, de cercanía, de constante aprendizaje de otros hermanos y hermanas -¡cuánto tenemos que aprender o desaprender para vivir nuestra fe!-, les hemos pedido a 4 jóvenes keniatas, novicias salesianas del Sagrado Corazón (Irene, Victoria, Febronia y Lucy), que respondan a estas preguntas: ¿Cómo evangelizan? ¿Cómo celebran la fe en su tierra, en sus comunidades cristianas de origen?
Animador/a: Hemos buscado un rostro de Dios, el de Dorothy Day, una mujer que, después de una larga peregrinación por la vida, vivió, celebró y anunció la belleza de la fe con la música del Magníficat de María. Dorothy se comprometió con la justicia y la paz. Encontró una alegría solidaria, cercana a las causas de la humanidad. Benedicto XVI, al comenzar la cuaresma de este año, nos la propuso como presencia alentadora en el camino.
Animador/a: Es posible la esperanza. Es posible el mundo nuevo cantado por el Evangelio. Todos podemos narrar la historia de nuestra vida de otra manera.
Momento orante:
José, esposo de María,
maestro de oración,
en lo cotidiano de la vida.
Enséñanos a creer en Jesús.
Cuida nuestra esperanza en la noche.
Haz resonar en nosotros
la música del amor.
Protege a la Iglesia peregrina.
Acompaña a todos los llamados
a anunciar y celebrar el Evangelio.
Haz que nuestra comunidad
sea una familia como la de Nazaret.
Terminamos con la danza irlandesa, con la que queremos celebrar nuestra fe en Jesús.
Que el camino crezca contigo.
Y que el viento juegue en tu espalda.
Que el sol ilumine tu cara.
Que la lluvia caiga suave en tus campos.
Y hasta volverte a ver,
que Dios te acoja
en el hueco de sus manos.
«Si no confesamos a Jesucristo, nos convertiríamos en una ONG compasiva, pero no en la Iglesia, la Esposa del Señor» (Papa Francisco).