2024 AÑO DE LA ORACIÓN
El CIPE ofrecerá, cada mes, un Podcast, sobre temas orantes, durante este año 2024, Año de la Oración.
Acogemos la invitación del papa Francisco que nos dice:
«Me alegra pensar que el año 2024, que precede al acontecimiento del Jubileo, pueda dedicarse a una gran “sinfonía” de oración; ante todo, para recuperar el deseo de estar en la presencia del Señor, de escucharlo y adorarlo.
Oración, para agradecer a Dios los múltiples dones de su amor por nosotros y alabar su obra en la creación, que nos compromete a respetarla y a actuar de forma concreta y responsable para salvaguardarla.
Oración como voz “de un solo corazón y una sola alma” (cf. Hch 4,32) que se traduce en ser solidarios y en compartir el pan de cada día.
Oración que permite a cada hombre y mujer de este mundo dirigirse al único Dios, para expresarle lo que tienen en el secreto del corazón.
Oración como vía maestra hacia la santidad, que nos lleva a vivir la contemplación en la acción.
En definitiva, un año intenso de oración, en el que los corazones se puedan abrir para recibir la abundancia de la gracia, haciendo del “Padre Nuestro”, la oración que Jesús nos enseñó, el programa de vida de cada uno de sus discípulos».
La oración es esencial en el carisma del Carmelo.
Nos acompañan los Místicos con su palabra de luz y de vida.
San Juan de la Cruz nos dice: “Una palabra habló el Padre, que fue su Hijo, y ésta habla siempre en eterno silencio, y en silencio ha de ser oída del alma” (Dichos de luz y amor, 100/21).
Santa Teresa nos dice que “oración es tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama” (Vida 8, 5).
Para Santa Teresita la oración es “un impulso del corazón, una simple mirada lanzada hacia el cielo, un grito de gratitud y de amor, tanto en medio del sufrimiento como en medio de la alegría. En una palabra, es algo [25vº] grande, algo sobrenatural que me dilata el alma y me une a Jesús” (Ms C – XI).
Invocamos al Espíritu divino, que ora en nosotros y nos enseña a orar.
Ven Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre,
don en tus dones espléndido.
Luz que penetras las almas,
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo.
Tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego.
Gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del alma
si tú le faltas por dentro.
Mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo.
Lava las manchas.
Infunde calor de vida en el hielo.
Doma el espíritu indómito.
Guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito.
Salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.
A todos los oyentes de este podcast os deseamos un feliz camino de oración.
Equipo CIPE