Algunos mensajes de las Segundas Moradas
- ¿Cómo labrar un tan precioso edificio? (2m 7).
- Pues pensar que hemos de entrar en el cielo y no entrar en nosotros, conociéndonos y considerando nuestra miseria y lo que debemos a Dios y pidiéndole muchas veces misericordia, es desatino (2M 11).
- Para amar, ¿está ya todo hecho? (3M 1,8), se pregunta Teresa. Queda lo más importante: Hacer su voluntad conformar con la de Dios (2M 8); queda lo que hace Dios en ella (V 17,1).
- No os desaniméis si alguna vez cayereis, para dejar de procurar ir adelante (2M 9).
- No ha de ir a fuerza de brazos el comenzarse a recoger, sino con suavidad, para que podáis estar más continuamente (2M 10).