Lunes, 30 de septiembre
“El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mí” (Lc 9,48).
Los discípulos discuten sobre quién es el más importante. No han comprendido nada de la lección de Jesús, que va entregando la vida por los caminos. No entienden que en lo pequeño se esconde el Reino de Dios. Pide al Espíritu que te haga caer en la cuenta de que la acogida y el servicio son los rasgos esenciales del seguidor de Jesús.
Dame, Señor, un corazón de niño, capaz de abandonarme en las Manos del Padre, como Tú. Que busque más servir, que ser servido.
Martes, 1 de octubre
SANTA TERESA DEL NIÑO JESÚS
“Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén” (Lc 9,51).
Jesús, el Siervo del Amor, está decidido a ir a Jerusalén, donde le espera la cruz. Quiere que el Plan del Padre se cumpla plenamente en él, a través de su Pascua. Aprende de Jesús que en el camino encuentra hostilidad y rechazo por parte de unos y expectativas de un mesianismo espectacular y poderoso por parte de otros. Su actitud es siempre de misericordia y no destrucción. Su confianza está en el Padre, en Él se abandona totalmente.
Quiero ir contigo, Jesús. Hazme instrumento de tu paz. Que donde haya discordia siembre yo el amor. Vivir de amor es permanecer en calma en medio de la mar aborrascada mientras Jesús duerme. No temas, ¡oh Señor!, que te despierte, espero en paz la orilla de los cielos… (Santa Teresita).
Miércoles, 2 de octubre
SANTOS ÁNGELES CUSTODIOS
”El que se haga pequeño como este niño, ese es el más grande en el reino de los cielos” (Mt 18, 4).
Jesús coloca a un niño en medio. Es su signo frente a toda ambición humana. El pequeño mira a su alrededor con los ojos de la esperanza. Es indefenso ante los grandes males del mundo: la guerra, la xenofobia, el antisemitismo. No entiende de estrategias ni cálculos, pero sabe vivir intensamente el amor.
¿Cómo entiendes tú lo de hacerte pequeño? ¿Qué sentimientos llevas en el corazón?
Jueves, 3 de octubre
“Está cerca de vosotros el reino de Dios” (Lc 10,9)
Todo mensajero prepara caminos, abre brechas al Misterio. Todo mensajero anuncia que Dios está cerca. Todo mensajero proclama que el amor de Dios está a la puerta, buscando quien lo acoja. Recógete en tu interior, habita la morada más honda de tu vida, despierta tu fe para entrar en la presencia del Dios que te habita, abre tus manos y ofrécele tu vida.
¡Qué cerca estás de mí, más que yo mismo! Cuando me asomo al brocal de mi pozo, veo tu rostro y el mío. ¡Gracias, mi Dios, por esperarme tanto!
Viernes, 4 de octubre
“Quien a vosotros os escucha a mí me escucha” (Lc 10,16).
Jesús se hace uno con nosotros para acercarnos al Padre. Pone en nuestros labios sus palabras, que también son las palabras del Padre. Abre los oídos del corazón a la Palabra. Guárdala, mastícala y amásala en tu interior, como María. Ofrécela, con Ella, sencillamente a los hermanos.
Alumbra, Señor, el camino de mi vida. Quiebra la noche con la gracia de la fe. Enséñame a amar porque tengo pobre el corazón.
Sábado, 5 de octubre
TÉMPORAS DE ACCIÓN DE GRACIAS Y PETICIÓN
“Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre” (Mt 7,7-8).
Las Témporas son días de acción de gracias y de petición que la comunidad cristiana ofrece a Dios. Jesús suscita la confianza en nuestro corazón y nos invita a acercarnos al Padre para pedirle lo que necesitamos.
Alumbra, Señor, el camino de mi vida. Quiebra la noche con la gracia de la fe. Enséñame a amar porque tengo pobre el corazón.
LA ORACIÓN DE SANTA TERESITA: EL PAJARITO Y LAS ÁGUILAS