Lunes, 7 de octubre
BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DEL ROSARIO
“¿Cuál de estos tres te parece que ha sido prójimo del que cayó en manos de los bandidos?». Él dijo: «El que practicó la misericordia con él». Jesús le dijo: «Anda y haz tú lo mismo» (Lc 10, 36.37).
Jesús dice claramente en esta parábola que todo ser humano, que se aproxima con amor hacia las personas necesitadas, es el verdadero prójimo aunque sea un extranjero. Fíjate que el que tiene el secreto de la vida eterna es una persona que siente lástima, tiene un corazón compasivo y expresa su amor con gestos llenos de ternura y de amor misericordioso.
Dame, Señor, un corazón nuevo, compasivo y misericordioso, como el tuyo. Para ir al camino de la vida a levantar a los caídos, curar sus heridas, y dar la mano a todos.
Martes, 8 de octubre
“Sólo una cosa es necesaria” (Lc 10, 42)
Jesús, dejando de lado las normas culturales judías, se hospeda en la casa de dos mujeres: Marta le sirve y María, sentada a sus pies, le escucha. Contempla esta escena llena de belleza, ternura y novedad. Jesús enseña a estas mujeres amigas, que sólo una cosa debe preocupar a todos cuantos quieran seguirle: escuchar su Palabra.
Abre los oídos de mi corazón. Que los afanes de la vida no apaguen el deseo hondo de escuchar tu Palabra de vida. Tú haces nuevas todas las cosas.
Miércoles, 9 de octubre
“Cuando oréis decid: “Padre” (Lc 11,2).
Los discípulos fascinados por las palabras y gestos de Jesús se preguntan: ¿De dónde le nace tanta vida al Maestro? Por eso le piden que les muestre el manantial que lleva en el interior, que les enseñe a orar, que les revele “eso” que le lleva a entregar la vida, gratuitamente, por los caminos. Acoge en silencio profundo la palabra más bella, más entrañable y más nueva que Jesús lleva en su corazón: ¡Abba!
Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan de mañana, perdónanos, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación. Amén.
Jueves, 10 de octubre
“Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre”
(Lc 11, 9).
Jesús nos enseña a orar, a pedir a Dios con insistencia y con confianza. Si un amigo ayuda a otro amigo, si un padre mantiene a su hijo, ¡Cuánto más cuidará Dios de los discípulos de Jesús, su Hijo! La cosa buena por excelencia, que el Padre da a los orantes que quieren orar, vivir y actuar como Jesús, es el Espíritu Santo. Confía a María tu vida de fe.
Padre, abre mi corazón a tu palabra, derrama en mi vida tu Espíritu Santo. Envía tu Espíritu sobre esta humanidad con la que hago el camino.
Viernes, 11 de octubre
“Si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el Reino ha llegado a vosotros” (Lc 11,20).
Cristo está allí donde hay necesidad; está presente en los que sufren. El enemigo encierra a los hombres dentro de sí y los incapacita para la comunicación y el encuentro. Únete a la comunidad de Jesús; busca a Jesús en ella. No vivas la fe a solas. Necesitas el fuego y la ternura de los hermanos en la fe. No puedes vivir la fe a solas.
Venga tu Reino. Líbranos de las guerras entre hermanos, de las envidias y celos dentro de la comunidad cristiana. Enséñanos el camino de la comunión.
Sábado, 12 de octubre
BIENAVENTURADA VIRGEN MARÍA DEL PILAR
“Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen” (Lc 11,28)
Una mujer del pueblo presta su voz a la humanidad para felicitar a María porque escuchó y dejó cumplirse la Palabra de Dios en ella. Eres dichoso si dejas que la Palabra de Dios modele la arcilla de tu vida; si dialogas con ella en el corazón, brotará en ti la esperanza, la libertad y la alegría.
Tu Palabra y tu Sabiduría están en mí, no porque te conozca mediante mis conceptos, sino porque soy conocido por ti como hijo y amigo tuyo.