Abrimos senderos de esperanza
cuando no cedemos a la confrontación
y abrazamos lo que nos separa
para tejer juntas un futuro nuevo.
Allanamos las colinas del rencor
cuando dejamos paso al dolor que las alimenta
y agradecemos el recuerdo de los días dulces
que dejamos escritos en la memoria.
Levantamos las hondonadas de la impotencia
cuan do persistimos en la denuncia
de todo lo que nos encadena,
a pesar del silencio de las palabras
o los desamores que nos humillan.
Qué más da el tiempo necesario para
reencontrarnos,
porque es el caminar tenaz
lo que fructifica en lo oculto de los días
y en el tiempo adormecido de la espera.
De nuevo construiremos juntas
la vida que nos libera.
Mar Galceran