Lunes, 16 de mayo
«El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él… El Espíritu Santo será quien os vaya recordando todo lo que os he dicho» (Jn 14, 23.26)
Jesús revela que somos morada de Dios. Cada persona, de la raza, cultura, religión que sea, es santuario de Dios. Cada ser humano, también los más orillados, es lugar de Dios. Conocer esta verdad es la fuente de nuestra mayor autoestima y el estímulo mayor para trabajar por la dignidad de toda persona. Vive este día como una oportunidad que Dios te ofrece de responder a su amor.
Sopla sobre mis brasas, Espíritu de amor, que no quiero que se me apague el amor en los adentros.
Martes, 17 de mayo
«La paz os dejo, mi paz os doy» (Jn 14, 27)
El odio ha llevado a Jesús a la muerte, pero no se ha adueñado de su corazón. Presiente el momento final; tiene a sus amigos delante. Les habla desde el corazón y desde la experiencia que tiene del amor del Padre. Envueltas por una fuerza y emoción extraordinarias, sus palabras son de paz, de ánimo. Es la paz lo que deja como regalo a los suyos. Pregúntate hoy se dejas una semilla de paz en los que te rodean
Cada mañana abriré mi ventana a tu paz, Señor. Y cuando en la noche el ruido de la violencia llame a mi puerta, también abriré mi corazón a tu paz.
Miércoles, 18 de mayo
«Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante» (Jn 15,8)
La gloria del Padre consiste en que todos vivamos en plenitud, pero la violencia de unos contra otros oscurece su rostro. Cuando los discípulos de Jesús dan fruto alegran el corazón del Padre, cuando son lugares de comunión hacen brotar una sonrisa en los ojos del Padre, cuando ven a cada persona como un don dan gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Alégrate con las personas que viven cerca de ti. Gózate con sus éxitos.
También hoy soñaré con la nueva humanidad, Señor. También hoy pondré mis manos en la tarea.
Jueves, 19 de mayo
«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo: permaneced en mi amor… Que mi alegría esté en vosotros» (Jn 15, 9.11)
Dios es alegre y quiere compartir con todos la danza de su corazón. Jesús es la gratuidad total. Distribuye a manos llenas la verdad. Lo que recibe del Padre nos lo da. Nos entrega el Espíritu para que nuestra alegría llegue a plenitud. Busca hoy en el trato de amistad con Jesús la fuente de tu gozo y comparte el consuelo con los que están faltos de él.
¡Cómo será eso de llevar tu alegría en mi vida, de tener mi flauta llena de tu música! ¡Cómo será eso de ser caricia tuya para dar a todos los que están solos!
Viernes, 20 de mayo
«A vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer… Esto os mando: que os améis unos a otros» (Jn 15,15.17)
Dios cada mañana siembra su amor en el mundo y cada tarde sale a ver lo que ha brotado en el campo. Jesús quiere ser un amigo. Se coloca en medio, pero no por encima, porque solo la igualdad y el afecto crean libertad. Su confianza es total: a sus amigos Jesús se lo ha comunicado todo. Que tu vida sea hoy como una fuente en la plaza del pueblo, para que quien tenga sed venga y beba.
Haz nacer el amor en mi corazón mientras duermo, Señor, y al despertar se lo regalaré a todos en tu nombre.
Sábado, 21 de mayo
«Yo os he escogido… Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán» (Jn 15,19. 20)
El que está unido a Jesús debe saber que puede correr su misma suerte. Jesús saca de la esclavitud y lleva a la libertad. Saca de la injusticia y lleva al amor solidario. Saca de la opresión y lleva al proyecto del Padre. Quien denuncia los criterios del mundo, se gana el odio del mundo. Busca algún signo de algún mártir o víctima de nuestros tiempos.
Siempre que me aleje, Seño, dame tu mano y ven conmigo.
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