Lunes, 11 de agosto
SANTA CLARA
«Al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres, lo matarán, pero resucitará al tercer día» (MT 17, 22).
Jesús se atreve a hablar en voz alta de los sentimientos que lleva dentro. Sus amigos responden con la tristeza y no con la adhesión cercana. Recuerda a todos los amenazados, que viven en medio de la inquietud y la zozobra. Ten presente que si proclamas los valores del Evangelio también tu vida puede correr riesgos.
Jesús no se dejó llevar por el desaliento, y siguió proclamando el Evangelio de la vida y de la paz.
Martes, 12 de agosto
”El que se haga pequeño como este niño” (Mt 18, 4).
Jesús coloca a un niño en medio. Es su signo frente a toda ambición humana. El pequeño mira a su alrededor con los ojos de la esperanza. Es indefenso ante los grandes males del mundo: la guerra, la xenofobia, el antisemitismo. No entiende de estrategias ni cálculos, pero sabe vivir intensamente el amor.
¿Cómo entiendes tú lo de hacerte pequeño? ¿Qué sentimientos llevas en el corazón?
Miércoles, 13 de agosto
“Si tu hermano peca” (Mt 18,15)
Todos estamos llamados a vivir el don de la fraternidad. Pero ¿qué hacer cuando aparecen hechos que nos afligen, nos interrogan, nos turban? Acepta el diálogo que Jesús quiere tener contigo y con tus maneras de afrontar el pecado del otro. Jesús no condena; te invita a que limpies tu mirada y aprendas a vivir con los que son diferentes.
Cada día, también hoy, quiero escoger el perdón y el amor.
Jueves, 14 de agosto
“No te digo que perdones hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete” (Mt 18,22).
Desde la experiencia que tiene Jesús del Dios derrochador de perdón dice: Quien no perdona al hermano no tiene capacidad para experimentar el amor de Dios. Acostúmbrate a dedicar unos minutos, antes de dormirte, a perdonar. Este ejercicio diario amasará en ti, cada noche, la sonrisa que estrenarás por la mañana.
Contigo, es posible. Contigo, es posible perdonar. Contigo, es posible perdonar siempre. ¡Gracias por hacer posible lo imposible!
Viernes, 15 de agosto
LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA
“El Poderoso ha hecho obras grandes por mí” (Lc 1,49)
María es la mujer de la alabanza. Sale a la plaza y cuenta y canta su experiencia de Dios. Le ha fascinado la belleza de Dios, el poder de Dios a favor de los últimos. Dios ha estado grande con ella. ¿Qué te gustaría contar a los demás de lo que Dios ha hecho en ti? Busca momentos y personas y comparte tu fe.
Gracias, Señor, por las canciones de María. Gracias por las canciones que haces brotar en mí. Gracias por las músicas que haces resonar en la humanidad. Gracias, Señor.
Sábado, 16 de agosto
“No impidáis a los niños acercarse a mí” (Mt 19,14)
¿Con qué tono diría Jesús estas palabras? ¿Con pena? ¿Con lástima? ¿Cómo reproche? Jesús es de todos, pero primero de los más pequeños. El reino es para todos, pero primero para los más pequeños que siempre están sirviendo. Presta atención a la gente que rodea. Escucha las voces de los que casi no tienen voz. Haz sitio a los que casi nunca tienen sitio. Da valor a los que casi nunca lo tienen.
Perdóname, Señor, por las veces que no dejo sitio a los pequeños. Enséñame a mirar el mundo desde los pequeños.
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