Monseñor Gonzalo López Marañón
«Hijo mío que estás en la tierra,
preocupado, solitario, tentado,
yo conozco perfectamente tu nombre
y te amo;
no, no estás solo,
sino habitado por mí,
y juntos construimos este Reino
donde tú vas a ser el heredero;
me gusta que hagas mi voluntad
porque mi voluntad es que tú seas feliz;
cuenta siempre conmigo
y tendrás el pan para hoy;
compártelo pues con tus hermanos;
sabes que te perdono,
perdona tú también,
y para que nunca caigas en la tentación,
agarra con fuerza mi mano
y yo te libraré del mal,
pobre y querido hijo mío.
Amén»
Enlace en el que se puede ver un vídeo que le hicieron a nuestro hermano Gonzalo al salir de Ecuador https://vimeo.com/52491114