El Espíritu Santo mantiene vivo el recuerdo de Jesús en nuestros corazones. A él la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
El Espíritu también mantiene vivo en la Iglesia el recuerdo de aquellos que nos hablan de Jesús. Ellos dialogan con nosotros en el Adviento, manteniendo viva la llama de la esperanza. Santa María, san José, los profetas… nos contagian su espera, su amor a Jesús.
Hoy nos acompaña otro gran regalo del Espíritu: san Juan de la Cruz. Con él queremos orar. Es muy buen compañero de camino, siempre dispuesto a compartir con nosotros gratuitamente lo que ha visto y oído. Nos regala sus diálogos con el Amado, para que también nosotros dancemos con su música.
Canción: Himno del centenario
JUAN DE LA CRUZ,
QUE SOLO EN DIOS ARDÍAS
JUAN DE LA CRUZ,
ALUMBRA CON TU NOCHE NUESTROS DÍAS.
En esta noche oscura de la vida
surges Juan de la Cruz como una llama
llama de luz, que a mayor luz convida
llama de amor que a un nuevo amor nos llama.
JUAN DE LA CRUZ…
Pastor que en la palabra del amado
has encontrado el agua verdadera
llévanos hoy al redil donde espera
Cristo-Pastor de amor muy lastimado.
JUAN DE LA CRUZ….
Condúcenos a la interior bodega
donde la vida en Dios es transformada
donde la fe se ilumina y sosiega
donde la muerte es vida renovada
JUAN DE LA CRUZ….
Nosotros como tú también pondremos
todo nuestro caudal en su servicio
toda la vida su voz seguiremos
sólo el amor será nuestro ejercicio.
1.- ¿QUIÉN ES JUAN DE LA CRUZ?
(Se lo preguntamos a Maximiliano, un carmelita al que se le ve frecuentemente leyendo y leyéndose en los textos del santo de Fontiveros).
- Un creyente apasionado en el Dios amor.
Y esto ¿cómo se concreta?
- Aunque la vida no le favoreció, aceptó todo lo que le fue llegando. En todo descubrió la mano de Dios amor. No vio la vida negativamente. Sacó pedazos de vida por todos los sitios.
¿Por qué dices que no le favoreció la vida?
- Porque no lo recibieron. Cuando se quedó huérfano, ni su tío médico, que era cristiano, lo recibió. Ni tampoco su tío cura. Los frailes, más adelante, también lo echaron fuera. Pero no muestra rasguños de lo mal que lo trataron las personas. No quedó atrapado en las contradicciones encontradas en el camino.
- Siendo muy niño inició con su madre y su hermano la peregrinación del hambre, o mejor la del amor, porque en la debilidad el amor fue quien lo sostuvo, lo salvó el amor.
¿Qué es lo que canta Juan de la Cruz?
- Canta al amor. Es el cantor del amor, el doctor del amor, al que recurre en todos sus poemas. Buscando mis amores iré…
¿Quién fue su inspiración, su modelo?
- Jesús, sin duda, el que se hizo hombre en plenitud.
¿Cómo fue creciendo en el amor?
- Tuvo conciencia clara de que el amor lo recibía de Dios. Le fue brotando por dentro. Se creyó que era amado por Dios y desarrolló eso. Es un obsesivo del amor, porque se sabe amado. Fue valiente para tomar opciones en la vida, teniendo siempre como motor el amor.
- Como transmisor tuvo conciencia clara de lo que recibía de Dios, pasara lo que pasara a su alrededor.
¿Es Juan de la Cruz tan negativo como algunos dicen?
- Cuando uno está enamorado de la vida, niega lo que no es vida. Tuvo muy claro que donde no hay amor no hay nada. Apostó por el amor y fue negativo con el no amor. Lo que no favorece el amor hay que desecharlo. El gusto no alimenta. Cuando no hay amor no hay nada. La persona no se sostiene. Todo lo que no motiva el amor hay que desecharlo. Juan de la Cruz niega lo que no favorece el crecimiento de la persona en el amor que ha recibido.
¿Cómo transmitía este estilo de vida?
- Se sintió una persona despertada. Comunicó lo que había recibido. Intentó crear un clima donde el amor lo fuera todo. Muchas veces predicó en el desierto. Fueron pocos los que lo siguieron: algunas monjas, algunos seglares… que lo quisieron mucho.
- Esta convivencia con el Amado modeló su trato con los demás. No empujaba más de lo que pudiera caminar la otra persona.
¿Cuál era su mensaje?
- Donde no hay amor, pon amor y sacarás amor. El amor es lo único que une a las personas. Todo lo que salga del amor es cristiano. Cuando nos conocemos por amor somos místicos.
¿Crees que hoy necesitamos la palabra de Juan de la Cruz?
- Sí. Es absolutamente necesaria su palabra.
Una vez que tenemos un semblante de Juan de la Cruz nos adentramos en la oración, siguiendo tres pistas que nos da el doctor de la Iglesia.
2.- CAE EN LA CUENTA DE TU VOCACIÓN AL AMOR
En medio de la situación que vive la humanidad, en la situación concreta de cada uno de nosotros, recordamos lo que somos: Somos amor, por creación de Dios.
En medio de la noche, aunque nos parezca que está escondido, buscamos al Amado, con la humanidad herida, tan necesitada de ser abrazada y abrazar novedad del amor de Dios.
El amor nos pide salir de nosotros mismos para encontrarnos con el que sabemos nos ama. Lo hacemos sin excluir a nadie, porque cuando la oración excluye no es territorio de Dios.
Exploramos el deseo, el gemido que llevamos dentro. Somos insaciables en la búsqueda. Dios no promete nada que el corazón no desee.
(Durante el canto, una persona sostiene en sus manos una lámpara)
Canto: AMADO MÍO, ¿ADÓNDE ESTÁS?, AMADO MÍO.
¿Adónde te escondiste,
Amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste, habiéndome herido,
salí tras ti clamando y eras ido.Buscando mis amores,
iré por esos montes y riberas;
ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras,
y pasaré los fuertes y fronteras.¡Oh cristalina fuente,
si en esos tus semblantes plateados
formases de repente
los ojos deseados
que tengo en mis entrañas dibujados!
Momento de silencio.
Acogemos este momento como regalo de amor de Dios. Todo es gracia. Ninguna noche interrumpe su historia de amor hacia nosotros. En la noche tenemos la certeza del amor de Dios. Esto nos ayuda a vivir en el gozo.
(Durante el canto, una persona echa agua en un recipiente)
Canto: QUE BIEN SÉ YO LA FONTE QUE MANA Y CORRE,
AUNQUE ES DE NOCHE.
Aquella eterna fonte está escondida,
que bien sé yo do tiene su manida,
aunque es de noche.
Sé que no puede ser cosa tan bella,
y que cielos y tierra beben de ella,
aunque es noche.
Aquí se está llamando a las criaturas,
y de esta agua se hartan, aunque a oscuras,
porque es de noche.
Momento de silencio.
3.- DIÁLOGO CON LA TRINIDAD, QUE ES UNA VOZ DE AMOR
La conversión al amor no es auto-tortura sino una maravillosa aventura. Todo consiste en aprender a recibir de Dios, que es tan amigo de dar y de darse por entero. Esta es la condición del amor. Amar Dios al alma es meterla en cierta manera en sí mismo, igualándola consigo, y así, ama alma en sí consigo con el mismo amor que él se ama (Juan de la Cruz, Cántico B 32,6).
Recordamos con plena confianza la certeza del don del Padre:
No me quitarás, Dios mío, lo que una vez me diste en tu único Hijo Jesucristo, en que me diste todo lo que quiero. Por eso me holgaré que no te tardarás si yo espero (Oración de Alma enamorada).
(Abrimos las manos para recibir del Padre).
Acogemos el don del Hijo:
Yo soy tuyo y para ti y gusto de ser tal cual soy por ser tuyo y para darme a ti (Juan de la Cruz, Llama 3, 6).
(Abrimos las manos para recibir del Hijo).
Acogemos el don del Espíritu que nos crea y recrea con sus dones. Con cuánta vehemencia y a la vez con cuánta delicadeza, al paso de la persona, nos enamora:
Canto: ¡Oh llama de amor viva! ¡Oh llama de amor viva!
¡Cuán manso y amoroso
recuerdas en mi seno,
donde secretamente solo moras
y en tu aspirar sabroso,
de bien y gloria lleno,
cuán delicadamente me enamoras!
(Abrimos las manos para recibir y dejarnos enamorar por el Espíritu).
4.- TESTIMONIO DE AMOR
El amor no se puede callar. Levantan los ríos su voz para comunicar el amor. ¿Quién nos separará del amor? ¿Cómo no proclamar las maravillas que Dios hace con las palabras y con las obras? ¿Cómo decir que el amor nos ha ganado para amar, para servir, para cuidar la vida de los más vulnerables, para acompañar soledades? Que andando enamorada, me hice perdidiza y fui ganada.
Las aguas torrenciales no podrán apagar el amor ni anegarlo los ríos. Si alguien quisiera comprar el amor con todas las riquezas de su casa, se haría despreciable (Cantares 8,7).
Expresiones orantes.
Canto: ADONDE NO HAY AMOR, PON AMOR Y SACARÁS AMOR (Ct 26).
La vida tiene que preceder a la palabra. Si no recibes amor, sigue poniendo amor donde no hay amor. No te pases a la otra situación: “no me ama por lo cual no lo amo”. Tú sigue fiel al amor y sacarás amor. Sé perseverante. Esto puede ser con el hermano, con el prójimo, cuando no te presenta una respuesta amorosa, no salgas de tu comportamiento amoroso con el otro, te tome como te tome, esto es lo que quiere decir SJ+.
No es una opción posible vivir indiferentes ante el dolor, no podemos dejar que nadie quede a un costado de la vida (Fratelli tutti 68).
Desde la intimidad de cada corazón, el amor crea vínculos y amplía la existencia cuando saca a la persona de sí misma hacia el otro (Fratelli tutti 88).
FELIZ FIESTA DE SAN JUAN DE LA CRUZ
CIPE