Mi templo es un hogar,
el espacio donde mi espíritu descansa,
el sitio donde puedo ser yo misma,
sin juicio, sin condena…
Es el espacio donde habita el aprecio y el cuidado.
Mi templo es un hogar,
dónde puedo hablar mi lengua,
amar mi tierra,
vivir mis costumbres
en armonía, respeto y comunión
con muchos otros distintos.
Mi templo es el planeta
que nos acoge, nos alimenta
y llena el mundo de belleza y creatividad.
Es ese núcleo interior donde habita
mi verdad más verdadera,
donde una voz me habla por decirme:
sigue tu camino
que es mi camino para ti.
Mi templo es casa de todos
,la plena humanidad que a todo
nos constituye sin distinciones,
sin discriminaciones.
Que el celo por ese templo me consuma
y se convierta en sentido y norte en mi cotidiano
Mar Galceran