Ya llega la ternura.
Ya está aquí, en cada vida frágil,
que reclama nuestro cariño,
acogida y atención.
Sí, ya llega la ternura.
La que nos conduce
a la esperanza
y nos devuelve la alegría.
La que nos salva de soledades
y rechazos.
La ternura adormecida
a merced de un portal,
en plena calle o en una habitación
sin compañía,
a la espera que alguien la abrace
y la restaure.
Ya está aquí,
la ternura infinita hecha carne,
cuando tu cuidado
es capaz de despertarla
y exaltarla con la dulce
canción del amor.
Mar Galceran