Inspirado en una oración de John Henry Newman,
Pensamientos, pg. 139, “Súplica a María, guía de la Iglesia peregrina”
Extraída del libro Discourses addressed to Mixed Congregations, 1849
(Discurso 17: Las glorias de María por el bien de su Hijo. -oración final- pg. 358-9)
Guíanos, María,
como la estrella de la mañana
precursora del día.
Guíanos, María,
esperanza de la Iglesia peregrina.
Estrella de la mañana,
Belleza luminosa y musical
que exhala pureza,
nos habla del Cielo
y nos infunde paz.
Guíanos, María,
como la estrella de la mañana
precursora del día.
Guíanos, María,
esperanza de la Iglesia peregrina.
Condúcenos en la noche,
a través del desierto y la soledad,
muéstranos la senda,
guíanos hasta Cristo,
guíanos hasta el Hogar.
Guíanos, María,
como la estrella de la mañana
precursora del día.
Guíanos, María,
esperanza de la Iglesia peregrina.
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