
Juntos andemos, Señor
«¡Oh Señor del mundo, verdadero Esposo mío! -le podéis vos decir, si se os ha enternecido el corazón de verle tal, que no sólo queráis
«¡Oh Señor del mundo, verdadero Esposo mío! -le podéis vos decir, si se os ha enternecido el corazón de verle tal, que no sólo queráis
Las cartas, como comunicación, son una novedad para Teresa. Su celda es un cruce de caminos de personas, situaciones, conventos, sueños. Se conservan cartas del